23 março, 2014

Los Amadores del Cine




El actor Paco León ha vuelto a dirigir para completar el díptico dedicado a su madre, Carmina Barrios, con "Carmina y amén", que es un paso hacia la "profesionalización" tras el carácter experimental de la primera entrega, y ahora se jacta de haber pagado a todo el equipo, incluso a la protagonista.


"En la otra película me quedé muy descontenta, por tantos sofocones como había pasado y que no me dieran un duro. En esta me han pagado bien y a tiempo", bromeaba hoy Carmina Barrios tras la presentación de la cinta en la sección oficial a concurso del decimoséptimo Festival de Cine Español de Málaga.


Tras morir su marido súbitamente un sábado, Carmina decide no dar parte de la defunción hasta el lunes para cobrar la paga que él tenía pendiente, y permanece esos dos días en su casa acompañada del cadáver y de su loro Bárcenas, ocultando el hecho a las vecinas. 


Para Paco León supone una responsabilidad las "expectativas altísimas" generadas con la película, después de haber competido también en Málaga con "Carmina o revienta", que era "como un experimento hecho con dos cámaras de fotos en once días".


"Animo a todo el mundo a que haga películas con lo que tenga, pero la idea de una industria del cine no es hacer películas con 50.000 euros y pidiendo favores, sino que todo el mundo cobre, recuperar la inversión y, si es posible, que se gane dinero". Al preguntársele si habrá más entregas, ha subrayado que "la idea era cerrar un díptico, y se eligió el título con ese amén tan conclusivo para que quedara claro y no empezara una saga".


Sobre su trabajo como director, ha explicado que le interesaba "investigar los límites entre el texto escrito y el improvisado", y por eso no entregó el guión a ningún actor, y en cada escena el texto "se buscaba a través de improvisaciones".


La inspiración para escribir el guión le llega "de lo más cercano", porque recuerda su infancia "en un bloque de pisos en el que todas las vecinas se convertían en una especie de microuniverso con intrigas palaciegas, y en la película hay sexo, violencia y drogas en esa comunidad de vecinos".


Después de que su debut como director se viera en cines y en Internet de forma simultánea, "Carmina y amén" se estrenará exclusivamente en salas, pero está estudiando junto a los productores "la manera de que la película la pueda ver la mayor gente posible". "Quiero abrir el debate de por qué todas las películas cuestan lo mismo en el cine, y me planteé sacar mi película más barata, pero no se puede hacer porque lo impide un organismo que se llama Competencia, así que con la Iglesia hemos topado".


La propia Carmina Barrios confiesa que le han llegado algunas propuestas y está "leyendo guiones", aunque a ella le gustaría rodar siempre a las órdenes de su hijo, que "ha trabajado y sufrido mucho con esta película, hasta casi costarle una enfermedad".


También repite en el reparto María León, para quien ha supuesto "un viaje maravilloso y un crecimiento" el trabajo de "investigar para sacar las otras marías posibles"."Ha sido un proceso muy raro y muy personal de 'acarminamiento', que es ser mi madre, porque creo que es lo que voy a terminar siendo", ha añadido la actriz.




"A escondidas", la segunda cinta proyectada en la competición de largometrajes del Festival de Cine de Málaga retrata un momento en la vida de dos chicos de catorce años, justo en ese tiempo en el que "te buscas a ti mismo, tratas de construirte como persona y tu mundo está un poco difuminado".


Así lo explica su director, el bilbaíno Mikel Rueda, un experto en Comunicación Audiovisual que compitió en San Sebastián en 2010 con "Estrellas que alcanzar", su proyecto de postgraduado de la New York Film Academy, y que ahora ha conmovido a Málaga con esta serena visión de la homosexualidad más incómoda, dice, "la de antes de los 18". 


Sin violencia, sin sexo, y con una ternura fuera de dudas "A escondidas" muestra el proceso de amistad, enamoramiento y separación de dos chicos en el País Vasco, uno de ellos, inmigrante que vive en un centro de acogida, y el otro, miembro de la típica cuadrilla que se reafirma humillando al diferente.


"Es la presión del entorno", aclara el director en una rueda de prensa celebrada tras la proyección de la película."Parece que hemos avanzado legalmente, pero con los chavales, sobre todo, queda mucho que hacer, a las generaciones que vienen les cuesta mucho hablar de homosexualidad; la presión del grupo hace sufrir mucho a los adolescentes. Lo mismo pasa con la inmigración, están entre nosotros, pero que no vivan a mi lado", reflexiona el vasco.


Con Germán Alcarazu y el atlético actor marroquí Adil Koukouh (que ayer provocó escenas de histeria entre las fans que aguardaban su llegada al festival) como protagonistas principales, la historia se arma con tres veteranos que aportan solvencia y le dan aún más verdad a la historia: Álex Angulo, Ana Wagener y Ramón Agirre.


"Me costó mucho", explica el joven debutante en la serie "El príncipe", refiriéndose al único beso comprometido que da a su compañero Alcarazu, a quien se le hizo "fácil" su papel de Rafa porque es tan sensible con él, han dicho ambos a la prensa. Según Rueda, hay poca violencia y poco sexo -"ya llegará el momento del sexo para los protagonistas", apunta- y mucho cariño, reforzado por una banda sonora elegida personalmente por el realizador.


Rodada en 16 milímetros con la idea de dar cercanía al espectador, porque Rueda cree que el formato digital "aleja", y deliberadamente desordenada, al tiempo que desenfocada en ocasiones para que el espectador sienta en la butaca la misma confusión que los jóvenes cuando empiezan a conocerse, explica Rueda, "A escondidas" conduce con suavidad al espectador y nunca juzga.


"Sus mundos están tan difuminados, ellos están tan fuera de foco y pasan tan de lado por la vida que, cuando se encuentran y se ven reflejados el uno en el otro y se gustan, empiezan a gustarse a sí mismos", explica el director que ha tardado siete años en conseguir la financiación necesaria para sacar adelante la película.


Esa reflexión, esa normalización de la homosexualidad adolescente que tan limpiamente muestra la película, provocó el agradecimiento de una periodista que, en la sala de prensa, pidió un aplauso a la valentía del director para tratar un asunto que, dijo, vendría muy bien ver en los institutos españoles, lo que hizo que a Rueda se le saltaran las lágrimas.


El director y guionista valenciano Julio Martí Zahonero debuta en el largometraje con 'La Hermandad', una historia "potente y emotiva" de terror psicológico con un final "que pone la carne de gallina" y que está protagonizada por Lydia Bosch. La película, que este viernes llegará a salas de toda España, tiene "muchas lecturas" porque "después de verla, te vas a casa pensando en el mensaje".


Así lo ha comentado el realizador en la rueda de prensa ofrecida este jueves en la sala Luis G. Berlanga de la Filmoteca CulturArts, en la que también han participado el director general de CulturArts, Manuel Tomás, los productores Ximo Pérez y Pepón Sigler y el actor Alejandro Jornet.


En la cinta, Lydia Bosch da vida a una escritora que se recupera de un accidente en un monasterio de monjes benedictinos en el que suceden extraños sucesos. Julio Martí ha explicado que ésta es un filme "para ver dos veces, porque una vez conoces el final, te das cuenta de los mensajes subliminales" y ha destacado que este largometraje "está hecho con mucho cariño". "Ha sido una experiencia maravillosa y fantástica", ha apostillado.


El proyecto ha contado con un presupuesto total de 3.900.000 euros "más los gastos de distribución", según ha comentado el productor Ximo Perez. Por su parte, Manuel Tomás ha concretado que la subvención concedida a este filme asciende a 480.000 euros y ha asegurado que es "una película de terror bastante efectiva". Asimismo ha destacado que "esta debe ser la línea a seguir por el cine valenciano".


Ximo Pérez ha relatado que el proyecto llegó a la productora "a finales de 2009, principio del 2010" y se "enamoraron" del guión. También ha destacado que se trata de una iniciativa "cien por cien valenciana" pues tanto la música, como los decorados y los actores --salvo Lydia Bosch-- son de la Comunitat. 


Asimismo, ha explicado que aunque en un primer momento estaba previsto que la película se lanzara con 108 copias, "han superado el reto", ya que comenzarán con 140 copias. "Queremos seguir apostando por la producción de cine en Valencia", ha apostillado. 


Málaga ha dado esta noche el pistoletazo de salida a su XVII Festival de Cine, un encuentro que la ciudad acoge con entusiasmo y que viene a demostrar, como ha señalado el actor Juan Diego Botto en la presentación de la gala de inauguración del certamen, "la necesidad de que exista el cine español".


Un festival que el mundo del cine español ha visto crecer y convertirse en un "niño muy guapo", como ha declarado la actriz malagueña miembro del jurado de este año, María Barranco, y que ya está preparado para la "mayoría de edad".


Acompañado por la actriz Leonor Watling, Botto comenzó la noche provocando la sonrisa del auditorio del Teatro Cervantes, donde tuvo lugar la gala de inauguración, al comentar que "el único que discute la necesidad de que el cine español exista no ha venido esta noche, por problemas de agenda", en alusión al ministro José Ignacio Wert y su ausencia de los Goya.


La fiesta comenzó pasadas las nueve de la noche a ritmo del último éxito del músico onubense Manu Carrasco "No dejes de soñar", que lo interpretó en directo en un escenario decorado con los colores del Festival, los del parchís, que adornan las esquinas más emblemáticas de la ciudad.


Los actores explicaron los contenidos del festival, que este año amplía el número de días a diez, apoyados en vídeos que "abrían boca" a los espectadores que abarrotaban el teatro. Los premios especiales del Festival, este año concedidos al director de "Blancanieves", Pablo Berger, premio Eloy de la Iglesia; el director de arte Gil Parrondo, ganador del premio Ricardo Franco, y la actriz Maribel Verdú, premio Málaga-Sur, fueron respaldados con aplausos del público.


Además, el premio retrospectiva recayó en José Sacristán, "uno de nuestros imprescindibles", ha dicho Watling, a quien "no es posible poner una etiqueta", ha añadido Botto, y "La prima Angélica", de Carlos Saura, fue elegida "película de oro" de este año. El festival presenta a concurso 16 títulos en sección oficial, seis para Zonazine y veintitrés documentales, de un total de 439 títulos preseleccionados, de los que se pasó un resumen en imágenes.


De los invitados latinoamericanos irán a concurso ocho largometrajes de "contenidos diferentes y aromas transgresores", según Watling, que ponen "otro ritmo", explica Botto, al que se le escapa el acento porteño para asegurar que la selección de cintas "nos recuerda por qué somos tan parecidos"...o "tan diferentes", le corrige Watling, compañera del uruguayo Jorge Drexler.


El actor Pablo Pineda fue el encargado de presentar a los miembros del jurado de largometrajes, que preside Manuel Gómez Pereira e integran Najwa Nimri, Ernesto Alterio, Xavi Puebla, José Antonio Garriga Vela, Joclyne Faessel y la malagueña María Barranco, que recibió la ovación de la noche tras afirmar: "qué bien se está en casa".


"A este festival lo quiero como si fuera un niño mío, le he visto nacer y crecer, y a los diecisiete es un niño muy guapo. Lo quiero 'pa' mi al año que viene", dijo Barranco. Y para terminar, Watling aconsejó al auditorio: "Busquen su peli y formen parte del cine. No dejéis de vivir, de enfadaros y de reír...viendo cine".


La película “No llores, vuela”, de la directora Claudia Llosa, un drama entre madre e hijo en el se aborda el milagro del perdón, ha sido la encargada de inaugurar este viernes, por la mañana, la Sección Oficial a concurso de la decimoséptima edición del Festival de Málaga. Cine Español.


La película narra la historia de la evolución de una madre a renombrada sanadora y la relación con su hijo, al que abandona. Una periodista localiza al joven, ahora cetrero, 20 años después y pone en marcha un encuentro entre los dos en un lugar lejano.


Jennifer Connelly, Cillian Murphy, Mélanie Laurent, William Shimell, Zen McGrath, Winta McGrath y Oona Chaplin conforman el elenco de “No llores, vuela”, una cinta en la que, según su directora, "se recurre a las cosas más primitivas que unen a todos como seres humanos, y que alberga desde lo bello hasta lo más duro".


La directora ha explicado en rueda de prensa que la cinta habla de lo "difícil" que es para el ser humano aceptar lo que ha pasado, sin culpabilizar al otro; asumir ser responsable de la vida; hacerse cargo de uno mismo, y encontrar un nuevo camino con el que poder restablecerse y sanarse.


Llosa ha señalado que "cuando uno se enfrenta a la no respuesta te das cuenta de lo terroríficamente frágiles que somos". "No hay nada ni nadie que pueda dar una solución a eso, sino que hay que aprender a vivirlo desde el interior y asumir esa fragilidad como una constante", ha agregado.


Al respecto, ha dicho que en la película no hay ningún personaje que haga lo correcto, pero todos aprenden y sufren una transformación a consecuencia de ello. Ha afirmado, en relación con el mundo de las sanaciones, que en la cinta "no se muestra a una masa de gente ciega que busca creer algo sin cuestionarlo", sino que, al contrario, se observa "a un grupo humano que habla sobre su desconcierto y su capacidad de creer".


Sobre el trabajo con los actores que conforman el elenco, la directora ha asegurado que ha sido "un privilegio" poder hacerlo y ha añadido que todos "han dado su corazón a la película y yo he aprendido muchísimo de todo el equipo".


Llosa ha dicho que el cine es "el arte de colaboración y equilibrio entre muchas fuerzas y pasiones" y ha reconocido que esta película "tiene mucho de mi cine anterior", como la importancia de la naturaleza o la mujer como centro principal de la historia, a pesar de que, como ha añadido, cambian otras cosas: el escenario, el idioma o el país. Es más, ha señalado que se ha animado a hacer el camino contrario del que ha recorrido: "ahora desde la modernidad me acerco a un pensamiento más primitivo y arcaico".


“No llores, vuela” se ha presentado por segunda vez a noche en el Teatro Cervantes, tras la celebración de la gala inaugural del Festival, que se ha celebrado en el mismo espacio escénico a las 20.30 horas.



El director Juanra Fernández empezará en el verano el rodaje de su según largometraje, "De púrpura y escarlata", en localizaciones como Cuenca y Alicante, con producción a cargo de Buenpaso Films y JPG Producciones.


La película trae un reparto de lujo con Eduardo Noriega en la cabeza, seguido de los excelentes Claudia Pons, Ana Wagener, Fernando Tejero, María Esteve, Antonio Dechent, Pablo Carbonell y Enrique Villén, además de la conquense Sheila Ponce. 


Será un film policíaco y de terror sobre un lugar de crímenes imperfectos, de supersticiones, de secretos inconfesables y de recuerdos imborrables. La verdad se oculta bajo un pesado velo de forzada ingenuidad, y nada ni nadie podrá desvelarla, pues esa verdad está escrita con el color púrpura y escarlata de la sangre de los mártires.


La primera película de Fernández, “Para Elisa”, se ha estrenado el año pasado en la taquilla española y tratase de un thriller de terror psicológico con reparto formado por Ana Turpin, Ona Casamiquela, Luisa Gavasa, Jesús Caba, Javier Pereira, Enrique Villén, o Pep Anton. 



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Para: SulinhaCidad3